Hoy en día es uno de los grandes problemas de los usuarios de smartphones, portátiles, etc. La movilidad de dichos dispositivos exige una gran autonomía, carga rápida, entre otras soluciones. Además, justo por dicha movilidad, una batería con una buena autonomía no debe aumentar en exceso el tamaño del dispositivo. La Universidad de Stanford nos trae las baterías de iones de aluminio, lo cual soluciona muchos de los problemas de las baterías usadas hasta ahora.
La rutina de todos los días: te levantas, desayunas cualquier cosa, te adecentas para salir rápidamente y desenchufas el smartphone antes de cerrar la puerta. Pocos son los usuarios que no cargan su smartphone todos los días. Los hay que incluso lo cargan diversas veces al día. Tal es la necesidad, que hoy en día es un aspecto fundamental a la hora de elegir nuestro nuevo smartphone.
Eso lo saben las marcas y parece que en el año 2014 empezó tímidamente la guerra por aumentar la autonomía. Es más sencillo añadir capacidad e intentar integrar la batería de mayor tamaño en un volumen no muy grande, que investigar en nuevas tecnologías y baterías. Es más economómico, requiere menos tiempo y produce mayores beneficios, que al final es lo que se busca.
La Universidad de Stanford ha mostrado un prototipo de batería basado en iones de aluminio. En estas baterías el ánodo es de aluminio y el cátodo de grafito, introducidos en un electrolito líquido y encerrado todo en una carcasa recubierta con polímero. Todo esto para los más curiosos y químicos, pero para los usuarios la mejora no es tan evidente, pasamos a nombrar las ventajas.
Por una parte, la recarga de dichas baterías se podría hacer en un minuto o menos. Algo impensable a día de hoy, y una clara mejora. Además, los ciclos de carga llegan hasta los 7500, que en comparación a los 1000 ciclos de una batería convencional de iones de litio, permite mantener la batería en perfecto estado mucho más tiempo. Teóricamente casi 10 años de uso sin que caiga el rendimiento, así que cambiaremos antes de smartphone que la batería.
Pero las ventajas no se quedan solo aquí. El aluminio es más barato que el litio debido a la mayor oferta, por lo que el precio de estas baterías sería inferior. Además, permiten ser dobladas y empaquetadas de cualquier forma imaginable, dando solución a un problema en los smartphones con pantallas flexibles. Por último, son baterías más seguras que no se sobrecalientan o pueden llegar a explotar, cosa que sí sucede con las actuales baterías bajo algunas circunstancias.
Como podemos ver, todo son mejoras sin dar nada a cambio. El único problema es que aún no se ha conseguido el mismo voltaje que con las baterías de litio, pero según informan estan trabajando en ello y así superar el principal problema que plantean estas nuevas baterías.
A ver si es verdad y a corto plazo podemos disfrutar de todas las ventajas de dichas baterías. ¿Tú qué opinas? ¿Crees que saldrán a la luz en no mucho tiempo?
Fuente: PhoneArena