La compañía de procesadores Americanos, Qualcomm, vuelve a pelear por el primer escalafón de los mejores procesadores. Corren tiempos de renovación, del avance tecnológico más rápido jamás conocido y si no te renuevas y haces las cosas bien anualmente, te pasan por la derecha quitándote las pegatinas de un tirón.
Esto mismo le pasó a Qualcomm el año pasado. Desde su desembarco en el mercado de los procesadores móviles todo, hasta el momento, había sido éxitos. Cada año mejoraban en rendimiento, eficiencia, fabricación, y cada 2-3 años mejoraban su arquitectura hasta llegar a los 14nm que tenemos actualmente. El mercado estaba copado prácticamente en su totalidad por procesadores Qualcomm desde la gama baja hasta la gama más alta.
Intel no estaba metida de lleno en fabricar procesadores para móviles, Samsung aún no fabricaba procesadores, pero con la llegada de los famosos «móviles chinos», que no replicas, se empezó a escuchar una marca llamada MediaTek, está compañía china de semiconductores se metió en el mercado allá por 2009 y ahí comenzó su andadura por el tan complejo mercado. MediaTek fue adquiriendo fama ya que sus procesadores eran de una tecnología más antigua pero consumían poco y eran mucho más barato, lo cual hacía que el precio de fabricación total de un terminal bajara su precio y así, poder ofertarlo a un precio más atractivo.
Evidentemente, Qualcomm seguía siendo muy superior a toda compañía que quisiese meter en el mercado de los procesadores y siguieron copando las primeras posiciones hasta el año 2015, un año fatídico para la compañía americana. Años anteriores, Samsung ya empezó sus movimientos para entrar en el mercado con versiones con sus procesadores Exynos para el mercado asiáticos, mientras que para el resto del mundo seguía usando los de Qualcomm, así fue hasta el año 2015. Año donde qualcomm ante la aparición del Exynos octa-core de Samsung y de los octa-core de MediaTek, pega el salto a los 8 núcleos. Se abre una nueva dimensión en la tecnología móvil, los procesadores pasan a ser mucho más pequeños, más eficientes, pasamos de 32 a 64bits y del tan premiado y aclamado Snapdragon 801 al 810.
El procesador Snapdragon 810 fue un fracaso estrepitoso de la compañía americana, que acostumbrada a recoger sus frutos y los halagos del sector, pinchaba por primera vez. Ese procesador tenía problemas de sobrecalentamiento y fue vox populi. Samsung aprovechó sus potentes recursos económicos y fabricas y dio el golpe sobre la mesa, comercializó su teléfono estrella, Samsung Galaxy S6 con su procesador Exynos llevándose parte de las buenas opiniones que antes se llevaba Qualcomm. Esto, unido también al buen hacer de MediaTek, que poco a poco iba recortando terreno a los «grandes» provocó una pequeña revolución en Qualcomm, algo tenía que cambiar.
Qualcomm Snapdragon 820, vuelta al éxito
2016, el año del cambio. Qualcomm ha mejorado sus chips de manera enorme, desde la gama baja más que ofrece resultados excelentes hasta la gama más alta con resultados muy muy buenos. Qualcomm cambia la arquitectura de sus chips y pasa de Krait a Kryo, un concepto diferente a la base que tenían construida y vuelve a los 4 núcleos en su procesador gama alta, el Snapdragon 820. Dicho esto, Qualcomm ha vuelto a reinar en el mercado con los prometedores resultados de su nuevo procesador que ofrecen potencia, rendimiento a full.